La lucha contra la opresión de la mujer es
parte
fundamental de la lucha contra el imperialismo |
Este 8 de marzo llega signado por un mundo completamente
contradictorio. El imperialismo en su afán de obtener mayor ganancia
de la explotación le ha declarado la guerra a los pueblos del
mundo. Hoy o mañana los yanquis y sus aliados nuevamente descargarán
sus bombas y misiles sobre el pueblo atrasado y empobrecido de Irak.
En un solo día de ataque, cientos y hasta miles de niños,
mujeres y hombres morirán bajo el terror de los imperialistas.
Lejos de ser una guerra para la libertad del pueblo y por la seguridad
mundial, es una guerra injusta que busca profundizar mucho más
el dominio de los países imperialistas, principalmente de Estados
Unidos, sobre los pueblos oprimidos del mundo, un acto de escarmiento
para que ningún pueblo o país intente levantarse contra
su hegemónico y opresivo orden. La violencia contra las mujeres es parte integral del sistema imperialista... ¡una razón más para derrocarlo! Hace algunas semanas los medios de comunicación
del sistema presentaron ante el mundo, como si fuera un caso único,
la brutal violación de una niña nicaragüense de 9
años, quien fue embarazada y contagiada de una enfermedad venérea
por su agresor. Estos defensores de la sociedad patriarcal junto a curas,
e intelectuales reaccionarios, antes que condenar al violador, realizaron
un gran escándalo sobre el aborto para dejar en claro que las
mujeres no tienen ningún derecho de decidir sobre su propio cuerpo
y sobre sus vidas. Estos reaccionarios que consideran más valioso
un embrión (que no es un ser humano aún) infectado que
la vida y dignidad de una niña, son los mismos que han guardado
silencio ante los 40 mil niños que anualmente han muerto en Irak
por culpa de la guerra y el bloqueo económico que Estados Unidos
le impuso a ese país hace ya más de 10 años. Son
los mismos que justifican que los tanques israelíes masacren
a los niños palestinos cuando estos los combaten a piedra para
evitar que sean destruidas sus casas e incendiados sus barrios. Son
los que apoyan al ejército reaccionario de Nepal financiado por
los yanquis, que en su afán de defender el podrido orden feudal,
ha asesinado a miles de niños y mujeres en los campos nepalíes.
Son los mismos que defienden las violaciones a la mujeres por parte
de los soldados y agentes del Estado como una forma de humillar a sus
enemigos de guerra. Son los mismos que consideran natural que en Afganistán,
Irán y otras partes del mundo, los gobiernos títeres impuestos
por Estados Unidos, condenen a las mujeres a las más atrasadas
y oscuras costumbres medievales. Son los que aquí, en Colombia,
justifican que el 75% de la población más pobre sean las
mujeres. La mujer NO debe
ser un “botín de guerra” Las mujeres llevan sobre sus hombros la mitad del cielo y deben conquistarlo En Colombia, las clases dominantes están
creando opinión pública en busca de que los oprimidos
aceptemos y apoyemos la mayor intervención imperialista. Mienten
cuando dicen que imperialistas, que son los terroristas número
uno del mundo, son los que resolverán los problemas del país.
Por más que la actual guerra en Colombia no sea una guerra en
la que los oprimidos estemos involucrados conscientemente por acabar
de verdad con los problemas del país y que la guerrilla no tenga
un programa que apunte a acabar la opresión de la mujer y del
pueblo en general, NUNCA debemos aliarnos con nuestros principales enemigos,
las clases dominantes y el imperialismo. El imperialismo significa guerra,
la única forma de mantener su poder político y económico
es realizando genocidios cada vez más devastadores sobre la población
mundial. Las mujeres, así como los hombres del pueblo no podemos
guardar esperanzas en que bajo el actual estado de cosas su situación
se transformará en beneficio de sus intereses. Solamente desatando
todo el potencial revolucionario para luchar hombro a hombro con los
oprimidos del mundo entero por destruir este sistema global de explotación,
y no solamente luchando por pequeñas reformas o por una distribución
más equitativa de la riqueza, se conquistará la verdadera
paz de los pueblos.
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Hermanas,
¡nunca más violadas!, ¡nunca más maltratadas!,
¡nunca más marcadas! ¡Altivas y desafiantes marchemos
con los hombres oprimidos hacia un mundo mejor! ¡Las mujeres llevamos sobre los hombros la mitad del cielo y debemos conquistarlo! ¡Romper las cadenas! ¡desencadenar la furia de la mujer como fuerza poderosa para la revolución! ¡Yanquis, no toquen a Irak! ¡Fuera yanquis de Colombia y de todo el mundo! ¡Viva el día Internacional de la Mujer Trabajadora! |
Brigadas Antiimperialistas |
Colombia, 8 de marzo de 2003 [Discurso pronunciado por Zulma, activista de las Brigadas Antiimperialistas, en las celebraciones del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, Colombia, marzo de 2003] |